Aunque suene raro y no veamos una relación directa, comer por ejemplo una tortilla de patata no es lo más recomendable si sufro de artrosis o cualquier proceso inflamatorio. Existe una relación directa entre lo que comemos y los procesos inflamatorios de cualquier tipo.
Alimentos ricos en azúcares y féculas; es decir los carbohidratos de asimilación rápida como son los cereales refinados, patatas, zumos de frutas (industriales o no), alcohol, etc. producen en el organismo una alteración en la producción y función de la insulina, el IGF-1 (hormona similar en estructura molecular a la insulina) y la leptina (hormona producida por los adipocitos). Esta alteración es común en el sobrepeso y la diabetes y promueve la inflamación.
¿ Qué es la inflamación crónica?
La inflamación crónica no sólo una rodilla dolorosa, está relacionada con asma, alergias, enfermedades autoinmunes, enfermedades cardíacas, cáncer y con la mayoría de las enfermedades, dependiendo de los órganos en los que impacta la inflamación.
Se desarrolla en un medio interno acidificado, en el cual se produce una disminución de la cantidad de oxígeno en nuestras células y un aumento de los radicales libres.
¿Qué puede ayudarnos a reducir la inflamación?
- Las frutas,
- hortalizas,
- vegetales en general y especialmente el brócoli,
- semillas de cualquier tipo,
- frutos secos no fritos
- pescado azul pequeño,
- especias (cúrcuma es esencial)
- ejercicio físico,
- estar en contacto con la naturaleza
- tener una actitud ante la vida relajada y positiva.
En otro post, hablaremos de la cúrcuma, gran antiinflamatorio que será de gran ayuda y esencial utilizarlo en nuestra cocina diaria.
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